• Potenciación del sabor: Aminoácidos como la glicina y la alanina pueden utilizarse para mejorar el sabor y la textura en boca.
• Conservación: La cisteína se añade comúnmente a los jugos como antioxidante.
• Mejora nutricional: Ciertos aminoácidos pueden añadirse a los alimentos vegetales para complementar los nutrientes limitantes y mejorar el valor nutricional general.

Muchas bebidas energéticas contienen aminoácidos y taurina, que desempeñan un papel importante en el metabolismo energético. La tirosina, un aminoácido no esencial, participa en la síntesis de neurotransmisores esenciales para la señalización neuronal y la regulación del estado de ánimo.

Una ingesta adecuada de aminoácidos favorece el crecimiento saludable de las vellosidades intestinales y las criptas más profundas, mejorando la absorción de nutrientes. Esto mejora la eficiencia alimentaria y las tasas de crecimiento en pollos de engorde y gallinas ponedoras.

• Promueven la fotosíntesis y mejoran el aprovechamiento de la energía lumínica.
• Mejoran la resistencia al estrés ambiental, como la sequía o la salinidad.
• Actúan como reguladores del crecimiento para estimular el desarrollo radicular, la floración y la fructificación.
• Actúan como agentes amortiguadores en fertilizantes o soluciones nutritivas para ayudar a mantener niveles adecuados de pH.

Los aminoácidos esenciales, como la lisina, la valina y la leucina, no pueden ser sintetizados por el cuerpo y deben obtenerse a través de la dieta. La suplementación es especialmente importante para deportistas, personas mayores o personas con trastornos metabólicos, ya que ayuda a mantener la masa muscular, promover la síntesis de proteínas y reforzar la función inmunitaria.

Los aminoácidos contribuyen al desarrollo y rendimiento de las inyecciones de liberación sostenida al respaldar la estructura de la formulación, el comportamiento de la suspensión, la difusión del fármaco y la biocompatibilidad.