Ofrecemos una amplia gama de aminoácidos y derivados especializados para aplicaciones en síntesis de péptidos, con opciones que van desde péptidos de catálogo hasta péptidos totalmente personalizados, adaptados a las necesidades de investigación y producción.
Nuestros péptidos de catálogo son compuestos estandarizados, definidos por secuencia y disponibles a precios fijos, ideales para ensayos rutinarios y configuraciones experimentales que no requieren especificaciones especiales. En cambio, nuestros péptidos personalizados se diseñan y sintetizan de acuerdo con los requisitos exactos del cliente, ajustando parámetros como secuencia, longitud, modificaciones y nivel de pureza. Esta flexibilidad permite a los investigadores resolver desafíos concretos en áreas como biofarmacia, diagnóstico y desarrollo de fármacos.
Gracias a nuestras capacidades internas, abarcamos todo el proceso, desde la I+D inicial hasta la producción a gran escala, con una capacidad de fabricación de dipéptidos que alcanza las 5 toneladas mensuales.
Los péptidos se utilizan para tratar infecciones virales como la hepatitis, el VIH y el SARS. Algunos pueden actuar sobre las células cancerosas uniéndose a marcadores tumorales específicos o imitando moléculas de señalización. Otros se derivan de fuentes naturales para tratar afecciones cardiovasculares, ofreciendo un amplio potencial terapéutico.
Los péptidos más largos tienden a ser más difíciles de purificar y sintetizar debido a su menor rendimiento y estabilidad. En estos casos, se pueden añadir aminoácidos auxiliares en los extremos para mejorar la solubilidad y la manipulación. Para péptidos más cortos, generalmente de menos de cinco residuos, añadir aminoácidos hidrofóbicos puede mejorar la integridad estructural y la funcionalidad.
Los péptidos bioactivos están ganando popularidad en los sectores de la alimentación funcional y la nutrición. Estos péptidos pueden ayudar a regular los procesos fisiológicos, reforzar la salud inmunitaria y retrasar la aparición de enfermedades crónicas. Entre las fuentes habituales se encuentran las proteínas lácteas, los extractos vegetales, el colágeno y los péptidos de origen marino o animal.